Día 28
26/8/09
Primer día en al ciudad del Golden Gate y primera noticia…la niebla.
Nos alojamos en el albergue, bueno, no nos dejaron entrar, pero pudimos guardar las maletas en la consigna hasta que llegáramos por la tarde.
Después de soltar todo el lastre, tomamos camino hacia el Pier 39, donde se encuentran muchísimas tiendas y restaurantes en un bonito muelle de madera, desde donde se puede ver Alcatraz, y también la colonia de leones marinos que viven dentro del puerto. Es curioso ver a cientos de leones tomando el Sol encima de unas maderas, y dejándose sacar fotos por todos los turistas a menos de 3 metros de distancia. Son los auténticos protagonistas !!!
En las tiendas que allí hay, aprovechamos para hacer las últimas compras algunos o aumentar la cantidad para otros jeje. Después y como el hambre apretaba, entramos en un buffet donde por sólo 12 $ era posible comer todo lo que se quisiera. Nuestra idea era comer pescado ( después de 1 mes !!! ) porque en San Francisco es muy común, pero los precios eran demasiado caros para nuestro presupuesto individual.
Después de comer, sacamos el coche del parking del puerto, y nos pegaron el primer «palo» del día ( creo recordar que 28 $ por coche ). Con los coches aparacamos cerca de Chinatown, para visitar la calle con las tiendas y su entrada totalmente adornada. Pagamos religiosamente nuestro 1,5$ por 30 minutos de estacionamiento en la calle, aunque hemos visto que prácticamente nadie lo paga.
El barrio chino de San Francisco poco o nada tiene que ver con el de N.Y, este es mucho más natural ( por decirlo de alguna forma ), se puede ver a la gente comprando en las tiendas de siempre, peluquerías, etc.No como el Chintown de la gran Manzana, donde todo son tiendas del todo a un euro..
Cuando volvíamos a los coches, vemos que el Chevrolet tiene un papel en el cristal, publicidad ?? Noooo….Nos habían multado por pasarnos de la hora 2 minutos !!!. 63$ por la patilla, eso fue por pagar, seguro que si hubiéramos hecho como todos, no hubiera pasado nada.
Después de semejante palo, y a pesar de que la niebla inundó la ciudad, nos acercamos a la playa para «intentar» visualizar el puente, pero nos volvimos al hostal con lo mismo con lo que fuímos, nada.
Terminamos el día, cenando unos burritos comprados en un sitio de escasa higiene y jugando a las cartas.