Día 11
9/8/09
Después de dormir 3 en una cama más bien que mal, aprovechamos la estancia en nuestra cadena de moteles favorita ( Days Inn ) para desayunar y conectarnos a internet en el Pc que tienen en el recibidor.
El comedor del desayuno parecía una guardería, lleno de niños con sus padres. Después de llenar la panza, cargamos los coches otra vez y nos volvimos a poner en marcha. Era el cumpleaños de Ana, y le dimos su regalo de cumpleaños ( un pato de Chicago ) y una postal para que se acuerde siempre de nosotros, y de su primer cumpleaños en un motel de carretera estadounidense.
La carretera es más de lo mismo: camiones enormes, cientos de camionetas con sus respectivos remolques, muchísimas Harleys con sus moteros de pañoleta y cazadora de cuero y sobre todo esas grandes áreas de servicio grandes como centros comerciales.
Nos paramos en un pueblo que en nuestro mapa aparecía como algo grande y que según la escala, estaba a unas 50 millas del parque de Yellowstone. Para ahí fue uno de los grandes descubrimientos del viaje, queríamos echar gasolina y comprar víveres para 2 días en el parque. Como Javi quería comer pasta, buscamos en un mini-mapa un sitio para intentar complacerlo.
Buscando el lugar descubrimos que es la ciudad de los vaqueros y cowboys por excelencia. Está repleta de tiendas donde se puede comprar desde un auténtico sombrero, unas botas con espuelas o un 3/4 al estilo Neo en Matrix. Si a esto le sumamos que lo más común es ver a los hombres así vestidos y conduciendo unas camionetas tipo pick-up, sólo nos faltaba encontrarnos con el gran Chuck Norris ejerciendo de Ranger….
Después de buscar y buscar un sitio donde comer y de paso pegarnos un amplio paseo, entramos en una tienda enorme con todo lo necesario para salir como un auténtico hombre americano. Con ganas de comprarnos un sombrero, desistimos cuando comprobamos el precio ( entre 50$ y el infitnito ….) en una zona de saldos nos encontramos con un pantalón tan grande tan grande tan grande que entre Fran y yo no éramos capaces de llenarlo de cintura.
En una de las pasadas que nos dábamos por la tienda, nos encontramos un cartel que anunciaba un rodeo todas las tardes a las 20:00 pm. Un rodeo !!!!! lo que nos faltaba por ver …
Dejamos la tienda y nos fuimos a comer y a decidir si nos quedábamos al rodeo o hacíamos camino hacia Yellowstone. La decición no fue fácil, porque si nos quedábamos llegaríamos demasiado tarde al parque y sólo nos quedaba después un día para verlo entero. Nos informamos y como el parque cierra su entrada a las 20:00 era imposible hacer las dos cosas.
La decisión estaba tomada, nos marchábamos de Cody ( la ciudad de Búfalo Bill ) en dirección al parque del Oso Yogui y su inseparable Bubú. Cuando llegamos, pagamos la entrada para todos los parques ( al final sólo son 80$ por coche no por persona ). Pero como era de esperar todos los campings estaban llenos menos uno y nuestra reserva era a partir de la 2ª noche.
De paso que subíamos hacia el norte del parque nos fuímos parando en algunas zonas de interés, visitando los primeros géisers,cruzándonos con los primeros bisontes ( y por desgracia los úlitmos…) también nos paramos a ver el lago. Lo que nos espera mañana da la impresión de que va a ser » super bonito » como dice Tamara jeje.
Nuestros primeros animales, unos cuantos bisontes pastando cerca de la carretera
Cuando giramos en el punto indicado por la persona del motel, nos encontramos con un enorme arco de madera que nos daba la bienvenida.Un hombre muy amable nos atendió, pero cuando llegó la hora de entrar a la habitación, pasamos a través de un salón con una especie de escenario y unos focos….( que mal rollo daba ); la opinón de Fran era que allí se grababan películas porno o algo similar.
La habitación estaba en la parte alta de la casa, subiendo unas escaleras que se encontraban detrás del altar/ escenario/ púlpito. No estaba mal, tenía 3 camas ( dos grandes y una pequeña ) baño y hasta un ordenador viejo con conexión a internet. El único problemilla que le encontramos fue que nunca habíamos dormido en un cuarto con 3 puertas más de las normales… Una no se podía abrir, la otra tenía dentro una camilla de dar masajes y la tercera era la más increíble de todas: abriendo la puerta aparecían unas escaleras que terminaban en el techo…
El lugar daba bastante mal rollo, sobre todo recordaba a esos ranchos que salen en la TV donde los miembros de una secta se suicidan espernado a los extraterrestres o similares.
Nos sentamos en una mesa del porche para cenar nuestra gran cena: bocadillo de pan de molde con sardinas y patatillas de 1$ la bolsa de medio kg. Aprovechamos la reunión de la cena para meterle el miedo en el cuerpo a Tamara con asesinatos, secuestros,muertos, desapariciones, muertos, etc. A las chicas se les iba cambiando la cara mientras nosotros íbamos soltando burrada tras burrada.
Cuando subíamos a nuestra » habitación de la muerte» nos encontramos unas postales en el mostrador que nos dieron la clave con lo que realmente era aquel sitio. La imagen hablaba por si sóla, cientos de imágenes de la virgen y de santos colocadas en el altar, rodeadas de velas. Era un refugio espiritual !!!!
Y para seguir dándole emoción, la noche fue un espectáculo,todos por el suelo durmiendo.
Cuando apagamos las luces se quedó encendida la del armario donde estaba la camilla, y sólo se apreciaba la luz por debajo de la puerta, la impresión que daba era de película de miedo total. Me levanté a apagarla y cuando todo se quedó a oscuras un grito rompió el silencio…Jorge se había levantado todo serio y se había puesto el movil encendido debajo de la cara, Fran aún se está recuperando del susto…