Día 15
13/8/09
Una noche de muchísimo calor, con el empacho de pasta de la noche anterior y » según cuentan», con ciertos tocamientos hacia Javi por mi parte…( están por demostrar …)
Hemos desayunado en la gasolinera del día anterior, y como ayer pasamos calor y deshidratación, hemos comprado un saco de hielo para ir metiendo en cuanta botella teníamos. Y como dicen que en este parque no hay apenas agua, vamos preparados como si fuéramos a participar en el maratón de las arenas jeje.
Como visita obligada en cada recinto, el Visitor Center es imprescindible para conocer un poco más lo que podemos y lo que no podemos hacer y ver. Este parque en concreto es inmenso, tanto, que algunas zonas se necesitan varios dias para poder verlo todo, y las distancias entre una zona y otra pueden llegar a más de 200 km.
Pero como las casualidades de la vida siempre tienen un porqué, gracias a bajar y perder el autobús, conocimos a unas chicas de Bilbao que estaban haciendo un viaje parecido al nuestro. La diferencia es que lo llevaban todo desorganizado, sin tener ni idea de los parques ni de reservas, van parando donde les parece y les gusta algo…….Seguro que saben donde está la tienda de Channel en N.Y, pero no tienen ni idea de que Arches está sólo a 2 millas, en fin……..
Visto que nuestra experiencia con el rafting estaba finiquitada, deshicimos el camino de vuelta desde Moab a Canyonlads ( otra media hora) y nos pusimos manos a la obra. Este parque es diferente a Arches, los cañones que tiene son gigantescos y desde semejante altura da hasta vértigo subirse a la esquina de una roca.
Nos dedicamos a ir haciendo pequeñas paradas y las íbamos combinando con pequeñas de rutas de 1 hora o algo meno, para llegar los puntos de interés marcados en los mapas. Las vistas desde estas zonas son brutales. Después de varias paradas, nos sentamos en una mesa a comer el pan de molde con queso Philadelphia que compramos el día anterior en el supermercado. Y para hacer mejor la digestión de tan pesada comida, subimos al mirador del Grand View Point, acompañada de un paseo de 1 milla hasta el extremo de las rocas. Las vistas inmejorables, y las fotos más.
Finalizando la sesión de fotos con el acantilado y los km de cañones al fondo, nos volvimos al camping para volver a disfrutar de nuestra sesión de baño-relax en la piscina de burbujas. La idea que llevábamos era preparar una barbacoa después del baño, pero todos los planes cambiaron cuando llegaron al camping los padres y los tíos de Jorge y Tamara. Nos pasamos un buen rato escuchando todo lo que nos tenían que contar sobre San Francisco, Los Angeles, Yosemite, etc.
Cambiamos la barbacoa en el camping por una cena en uno de los muchos restaurantes que hay en Moab. Una ensaladita para no repetir la experiencia de la noche anterior fue lo que cenamos la mayoría. Y del restaurante directamente a la tienda a dormir. Espero no volver a pasar otra noche de calor como la anterior……