Día 25
23/8/09
Hemos dedicado el día a pasear por Hollywood Boulevard y el paseo de la fama.
Como nuestro «Banana Bungalow» está cerca, hemos ido andando buscando el teatro Kodak, y de repente, en medio de una acera sucia y medio rota, aparece una estrella como las que se ven en la televisión. Nuestros presagios de la noche anterior se estaban confirmando, el glamour de Hollywood sólo es en la televisión.
Las dichosas estrellas comienzan en una zona casi periférica, con muchas parcelas vacías, zonas de aparacamiento común, etc . Llegan hasta el teatro Kodak, pasan por delante, y siguen hasta terminar ( o empezar según se quiera ) en una escultura de cuatro figuras y donde se encuentran las estrellas de Elvis y The Beatles.
No conozco la forma que tienen de repartir las mencionadas estrellas, ni que tipo de criterios siguen para ofrecerlas, pero me resulta extraño que gente como Robert DeNiro, Clint Eastwood, Will Smith o Brad Pit no posean una estrella, pero otros como Ricky Martin, Britney Spears, Antonio Banderas o las hermanas Olsen sí…..lo más grave es que hasta tiene una estrella Winnie the Pooh ( el oso de dibujos animados).
Cruzamos la avenida para acercarnos hasta el teatro Chino, que es donde los actores dejan las huellas de sus manos y sus pies en un metro cuadrado de cemento fresco. Allí si que nos encontramos más actores que famosillos o gente de la radio, tv y teatro americano, que es lo que abunda en las estrellas del paseo.
El teatro Kodak está pegado al Chino, por lo tanto cuando sales de uno, estás en el otro ya. En esa distancia que pueden ser como mucho 4 metros, hay bastantes personas disfrazadas de seres míticos ( Elvis, Marilyn,Jack Sparrow, Luck Skywalker, etc ) que se ofrecen para sacarse una foto contigo a cambio de una pequeña propina.
El Kodak, no deja de ser un centro comercial, con tiendas en la zona inferior y unas escaleras centrales que suben hasta la entrada del mismo. Alrededor de las escaleras hay unas columnas donde cada año van poniendo un cartel con el nombre de la película galardonada con el Oscar. Están desde finales de los 70, hasta el cartel que pude leer que era para el año 2069.
Después de la foto de grupo en las escaleras y alguna más que se sacaron por allí cerca, nos volvimos al motel, pero esta vez por la otra acera, ( Jorge y yo seguíamos buscando la estrella de Robert DeNiro ) visitando las tiendas de souvenirs y postales que hay. Como ya era tarde, pensamos que lo mejor era comprar algo de comer y llevarlo hasta el motel, así que entramos en un Popeye´s, que es algo así como un KFC ( frito, frito y más frito ) para comprar pollo frito.
Otra de las sorpresas del viaje. Es curioso como en uno de los lugares más famosos del mundo no puedes pagar con tarjeta de crédito…Por contra, dentro del establecimiento, y en todo Los Angeles en general, existen unas máquinas llamadas ATM, donde a modo de cajero, se puede retirar una cantidad de dinero en forma de ticket. Con ese ticket es con lo que se le paga la comida o lo que se haya comprado, y si tienen que devolver dinero, entones si que te lo dan en efectivo….Pero aún hay más….cada vez que se utiliza esta máquina, cobran una comisión de 1,50$…. Un invento en toda regla para que las comisiones las paguen los dueños de las tarjetas y no los locales comerciales.
Después de comer las alitas de fritanga en el motel, salimos hacia la zona de Beberly Hills, el parque del Planetario, etc. Desde el parque se puede ver el mítico cartel de Hollywood entero más cerca que desde ningún otro sitio, aunque aún así está bastante lejos.
La zona de casas de Beberly Hills, tampoco es de gran interés, por lo menos a mi parecer. Es una zona de casas de dos plantas como mucho, rodeadas de árboles, palmeras y otro tipo de vegetación. Lo que si es curioso es la diversidad de tipos diferentes de diseños: modernas, antiguas, griegas, romanas, etc ,etc .
Para inmortalizar el momento, nos sacamos unas fotos haciendo el idiota, en el cartel que anuncia que entramos en uno de los barrios más lujosos de todo el mundo. Aunque bien claro dice que no se puede uno subir a las letras, acabamos incluso colgándonos de ellas jaja.
Al volver al motel ya de noche, compramos comida precocinada en una gasolinera ( para no perder las costumbres ) y mientras Javi, Jorge, etc pasaban fotos de las cámaras al portátil, Ana, Tamara y yo jugamos unas partidas al ping-pong, con suerte dispar en el resultado.
Ya después de cenar, aproveché la buena noche que se quedaba para sentarme en el patio y descansar un poco antes de irse a dormir.
woooorales
q padr
esta b chingon
hay a ver cuando voy
jejejeje